Esa chica que hoy amas con locura, por la que darías la vida, se convertirá con el tiempo en tu peor enemigo, en la causa de toda tu infelicidad. Llegará el día en que te la encuentres por casa, la veas en bata y te agarres el estómago para aguantarte las ganas de vomitar: soñarás con llegar hasta la cocina y encontrarla muerta por causas naturales, sobre los fogones de la cocina: mientras le arde el rostro.
Esa chica a la que hoy se la metes con deseo, por la que darías sin dudar tu vida, envejecerá, engordará: se le pondrá el cuerpo y el intelecto más asqueroso que has visto jamás de tanto fumar, comer, ir de compras y ver programas del corazón: por ser una subhumana: un ser pasivo: se reirá de ti cuando –por no dañarla diciéndole la verdad- ya no tengas deseo por ella, te llamará impotente y se pasará el día hablando mal de ti: con sus amigos y su familia. No podrás divorciarte de ella porque, si lo haces, el gobierno español te obligará a pasarle una pensión de por vida (aunque ella trabaje) y si no eres rico, eso te joderá la vida: si te divorcias vivirás en un agujero para el resto de tu vida: como un mendigo.
Porque, inconsciente de ti, te la follaste sin condón: ella dejó que lo hicieras susurrándote al oído que permite que te corras dentro porque eres especial para ella, pero su verdadera intención era la de atraparte de por vida: en caso de divorcio, ella se quedará con vuestro hija: sólo la podrás ver unas cuantas horas a la semana: la ley siempre otorga el hijo a la madre y, mientras tanto, a tu ex mujer se la follará otro y puede ser que ese otro sea un hijo de puta que viole por el culo, cualquier noche, a tu hija o hijo: tras haberse pegado una buena cena con el dinero de tu pensión mensual.
Te casaste con ella porque creías que era lo que tenías que hacer. Porque la sociedad te dijo que tenías que hacer eso: estabas programado. Tus padres fueron felices: su hijo era perfecto: habías estudiado una gran carrera, tenías un puesto de trabajo y ya estabas casado: y tenías una hija.
Lo que nunca te dice la sociedad ni tus padres, es que con el tiempo te vas a convertir en un desgraciado, en un impotente, en una bola de cebo de la que tu mujer y tu hija se aprovecharán: te convertirás en un esclavo: olvídate de todos tus sueños: vivirás en un sillón: frente a la tele: con suerte te permitirán tener televisión por cable. Encadenado, atado, humillado: haciéndote pajas a escondidas, pensando en tu vecinita: pensando en la vida que podrías haber tenido en caso de que hubieras sido inteligente y no te hubieras casado. Si te vuelves loco la matarás: esta es la razón de que haya tanta violencia doméstica en España.
No te cases.
Huye.
Fuente: eZcritor
viernes, 7 de diciembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario