lunes, 7 de enero de 2008

eZcritor: Lucha, de verdad, por tus sueños, cojones

Texto extraído del blog del eZcritor


Mientras buscaba piso por Madrid me quedé en la casa de un amigo de la infancia: Eduardo estudió conmigo en el instituto hasta que yo comencé a repetir cursos. Él estaba en la universidad cuando yo aun repetía B.U.P. Por aquel entonces mi familia (mis tíos, porque mis padres murieron) me insultaba y humillaba por ser el estudiante con mayor edad del instituto. Mis amigos (a punto de ser abogados e ingenieros) se mostraban preocupados por mi futuro:

-Rafa, sin estudios, no serás nada.

Las chicas que conocía en la ciudad pasaban de mí. Cuando me conocían descubrían que no tenía dinero, trabajo, que estaba en B.U.P y que, para colmo, vivía con mis abuelos.

-¿Por qué no espabilas? –me preguntaban.

-Es que me estoy preparando para ser escritor. Quiero vivir de escribir.

-Pues estudia Filología Hispánica. O periodismo.

-Yo no creo que en esas carreras te enseñen a ser escritor –respondía-. Para serlo te has de concentrar en leer muchos libros, escribir muchas páginas cada día y aprender sobre la vida. También creo que, para ser escritor, has de aprender a seducir y engañar a las mujeres. O a los hombres si eres maricón.

-Es imposible que vivas de escribir. Eso no lo consigue casi nadie en este país.

-También quiero ser director de cine y guionista.

-¿Cuándo vas a dejar de soñar, Rafa? ¡Llevas diciendo lo mismo desde los 20 años!

Mi amigo Eduardo se casó joven.

-Es que ya terminé la universidad –me explicó el día que me anunció su boda- Y trabajo como abogado. He encontrado a una chica que me quiere.

-¡Pero si aun no has vivido! –le grité- Es la primera novia que tienes ¡Y te casas! Tienes que follarte a mil antes de elegir ¿Crees que encontrar a la chica de tu vida es tan fácil? ¡Tienes que viajar primero! ¡Vivir!

-Tú vives en un mundo de fantasía Rafa. Además, conseguir una tía para follar es muy difícil.

Cinco años después Eduardo vive en un agujero de Madrid. Su sueldo de abogado no es suficiente para más. Cada mes ha de dividirlo en dos partes ya que se divorció de su mujer dos años después de su boda, su mujer vive con su hija: a la que ha de pasar también un dinero cada mes. A su hija sólo lo puede ver unas cuantas horas por semana. Eduardo no encuentra salida para su vida. Cada noche, me confiesa, piensa en el suicido.

-Si no lo hago, es por mi hija.

Yo, por mi lado, cobro 3.500 euros la mes, llevo viviendo de escribir desde hace tres años, he follado con más de 800 tías (me quedan 200 más para decidir con quien me caso) y soy el hombre más feliz del planeta en estos momentos porque los de “20 minutos” me han dado la oportunidad de dirigir y escribir el guión de un capítulo piloto para una serie de televisión.

Sólo hay una vida. Vívela tú. Que no te vivan.

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